Desde Donegal, de Galway, de Cork, Louth, Wexford, Waterford… Pesqueros de toda Irlanda se concentraron ayer en el puerto de Dublín en protesta por los recortes de cuotas, que tras el brexit se han reducido tanto que, a juicio de los profesionales, la actividad es casi inviable.
La de ayer es la segunda protesta que realiza la flota irlandesa. La anterior tuvo por escenario el puerto de Cork. En esta ha sido el puerto de la capital hasta el que han llegado medio centenar de pesqueros para exigir más cuota.
Según recogieron medios locales, la industria pesquera tiene un valor de más de mil millones de euros para la economía, con 16.000 personas empleadas tanto en la actividad extractiva como en el procesamiento de pescado. La protesta está apoyada por las seis principales organizaciones pesqueras.
Además de concentrarse en el puerto dublinense, hijos y nietos de pescadores que tomaron parte en la acción reivindicativa entregaron una carta al primer ministro, Micheál Martin, en la expresan la preocupación por el futuro de la industria pesquera y piden un cambio, incluso una renegociación de la política común de pesca para que las cargas del brexit se repartan de manera más equitativa entre todos los Estados miembros.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Alimentación y Pesca, Charlie McConalogue, trasladó el apoyo del Gobierno a los pescadores, al tiempo que reconoció «los desafíos que enfrenta la industria como resultado del brexit y la pandemia». La primera explosión del malestar irlandés contra la política pesquera tuvo efectos colaterales en la flota gallega, pues fue días después de la manifestación de protesta en Cork cuando fue apresado el Punta Candieira, de Celeiro, contra el que arremetieron en las redes sociales los pesqueros nacionales.
Fuente: La Voz de Galicia