Por años, el mayor problema que enfrenta el sector pesquero organizado es, además de la falta de apoyos para el avituallamiento y reparación de motores, el saqueo indiscriminado de camarón previo al arranque de la temporada de captura del crustáceo.
Este es el mayor lastre que ha frenado la bonanza y la mejora económica para los pescadores, en virtud de que la pesca furtiva, al depredar la especie, reduce los niveles de captura de camarón al arranque de cada temporada.
De acuerdo a estimaciones de especialistas, la pesca furtiva reduce hasta en un 35 por ciento los niveles de captura por temporada, lo cual impacta de manera considerable el ingreso de recursos para el sector pesquero organizado.
Para Carlos Sotelo Monge, presidente de la Unión de Cooperativas Pesqueras del Puerto de Topolobampo, que representa alrededor de 60 embarcaciones de altamar, este es un problema añejo. Por décadas, dijo, este problema ha sido planteado y replanteado a las autoridades, pero las acciones de vigilancia han sido escasas, insuficientes, rebasadas por los pescadores furtivos, quienes aprovechan la noche, las madrugadas, para salir a la pesca del crustáceo sin que los operativos de vigilancia los puedan detectar.
Recordó que en los últimos tres años la situación se ha ido complicando para el sector pesquero, y entre los factores que se han conjugado destacan la pesca furtiva, el no respetar las vedas y el alto costo del combustible.
Sotelo Monge señaló que la pasada fue una de las peores temporadas para el sector pesquero en virtud de que no se realizaron tareas de vigilancia, lo que se agravó por las bajas capturas, aunado al incremento en los costos de avituallamiento de las embarcaciones. Hoy, a escasos días del inicio de la temporada camaronera, el panorama es incierto. Prevalece la incertidumbre entre los pescadores porque no tienen recursos para salir a pescar, amén de que durante la actual veda la inspección y vigilancia oficial brillaron por su ausencia.
Respecto al impacto de la pesca ilegal, Carlos Sotelo hizo referencia a lo que ha ocurrido en las últimas temporadas. Dado el saqueo durante la veda, las capturas han disminuido hasta en un 60 por ciento por embarcación, además de que se obtiene más camarón de talla chica que producto de exportación, y esto también pega en la economía del sector pesquero formal.
“No es la misma que un camarón que valga 200 pesos, que te ayuda a sufragar los costos, a un camarón chico que vale menos y que requieres más volumen para compensar”, explicó.
El dirigente pesquero denunció que esta temporada de veda fue prácticamente nula la vigilancia, y de ello responsabilizó a la Conapesca y al resto de las instancias que deberían de participar en la prevención del delito de la pesca furtiva.
Según el dirigente pesquero, la pesca ilegal es producto de años de ausencia de una política nacional pesquera y acuícola sólida, pero también de una estrategia integral de inspección y vigilancia real para frenar de una vez por todas este problema que genera cuantiosas pérdidas económicas y ha sumido en la pobreza al sector pesquero.
Indicó que el pescador y sus familias obtienen pocos ingresos para una actividad que, si se evitara el furtivismo, generaría crecimiento y desarrollo económico este sector.
Recordó que el sector pesquero organizado ha hecho fuertes reclamos ante la disminución presupuestal a programas de inspección y vigilancia, pero sólo han encontrado oídos sordos de la autoridad.
Impacto en la competitividad pesquera
A pesar de que México es el país con mayor litoral de América Latina y de que las condiciones en distintos países varían mucho, llama la atención que la producción pesquera del país es 10 veces menor a la de Perú y cuatro veces menor a la de Chile, relativo al tamaño de su litoral.
Además, por cada dólar que se invierte en la actividad pesquera en México, se generan 60 centavos de dólar de ganancia, mientras que en el resto del mundo se generan 3 dólares adicionales de ganancia por cada dólar invertido.
De acuerdo a la magnitud del saqueo es el impacto en la pérdida de competitividad de las pesquerías de México en el mercado mundial. Ante esto, dice el dirigente pesquero, el reto de las autoridades es mayúsculo. Hacer cumplir la ley, las normas existentes para la actividad pesquera y que las vedas establecidas para las diferentes pesquerías, incluido el camarón, sean respetadas a como dé lugar.
Para Juan José Sánchez Reséndiz, socio de la Cooperativa Ribereña Bachomo y asesor del Comité de Vigilancia del Sistema Lagunar Topolobampo, A.C., es urgente acabar con el furtivismo.
La pesca ilegal, la contaminación, las bajas capturas y los altos costos de operación y avituallamiento de las embarcaciones, añade, han ocasionado un marcado deterioro de la economía del sector pesquero organizado.
Entre las afectaciones que la pesca furtiva ocasiona a los cooperativistas destacó que al saquear el camarón en tiempo de veda la producción merma considerablemente, lo cual ocasiona ruina al sector pesquero organizado porque ellos tienen que cumplir con todos los requisitos exigidos por las autoridades, apegarse a todas las disposiciones legales, en tanto que los pescadores libres no tienen que cumplir con nada y saquean la especie con total impunidad.
Reconoció que la necesidad económica juega un papel fundamental para que el saqueo de camarón no haya podido frenarse. Sin embargo, denunció que existe un grupo de personas que, más allá de la necesidad, han hecho de la violación a la veda a las capturas del crustáceo un gran negocio.
Afirmó que cada año es el mismo problema, que por décadas no ha podido ser erradicado.
La pesca ilegal es, dijo, uno de los mayores desafíos tanto para los pescadores organizados como para las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley y las normas en materia de inspección y vigilancia, sí estas realmente estuvieran interesadas en acabar con esta problemática.
Para el dirigente pesquero es fácil darse cuenta de la magnitud del saqueo de la especie al hacer un rondín por los campos pesqueros, o bien por cualquier esquina de la ciudad, donde se comercializa a luz del día el camarón de bahía, sin que ninguna autoridad interceda.
En plena veda, los comercializadores al menudeo ofrecen el producto fresco y de bahía en cualquier esquina, incluso a precios por debajo del mercado.
En los estacionamientos de centros comerciales se acercan a la gente para ofrecer el producto prácticamente recién capturado, lo cual ninguna autoridad en la materia ha logrado frenar ni evitar que continúe la venta.
Aquí la responsabilidad es compartida por la Conapesca, Secretaría de Marina y todas aquellas autoridades que conforman el comité de vigilancia pesquero, pero poco se hace, dijo, para combatir la violación a las capturas de especies vedadas.
Estudio: Impactos de la pesca ilegal
De acuerdo al estudio denominado Impacto de la Pesca Ilegal e Irregular en México, una barrera a la competitividad, publicado en 2013 y elaborado por el Centro de Colaboración Cívica, A.C., Comunidad y Biodiversidad, A.C., Environmental Defense Fund de México, A.C., Fundación Idea, A.C., y la Sociedad de Historia Natural Niparajá, A.C., México ha perdido competitividad en el sector pesquero por la sobreexplotación de las pesquerías, que incluyen el aumento en la pesca irregular e ilegal.
Para diferenciar entre irregular e ilegal, los autores del estudio consideran la primera “como aquella que realizan los pescadores de las comunidades costeras, y que se hace como meca-nismo de subsistencia, pero no con la intención de socavar el marco legal ni como parte de una operación criminal de mediana o gran escala”.
La pesca ilegal “es aquella donde pescadores al margen de la ley se organizan, por ejemplo, para entrar a áreas protegidas o a polígonos asignados a otros para robar especies valiosas. Este tipo de pesca normalmente forma parte de redes más amplias que permiten el transporte y comercio de producto robado y a menudo su tránsito transfronterizo”. Entre ambas actividades existe un hilo muy delgado.
No avanza la reforma a la Ley General de Pesca
En febrero pasado, con el fin de terminar con la pesca ilegal en México, la senadora del PAN por Baja California Sur, María Guadalupe Saldaña Cisneros, secretaria de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático en el Senado de la República, presentó un proyecto para reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley General de Pesca y Acuicultura Sustentables.
La propuesta es modificar este instrumento legal para establecer el contenido, coordinación, alcances, apoyo, evaluación y actualización del programa integral de inspección y vigilancia para el combate a la pesca furtiva, dijo en la justificación de su proyecto de reforma.
“Con esta iniciativa legislativa, pretendemos establecer condiciones jurídicas y programáticas para fortalecer el trabajo coordinado de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), con la Secretaría de Marina. Que gobiernos estatales, municipales y la sociedad participen en la lucha a este flagelo -pesca ilegal-”, subrayó.
La senadora panista expuso que gran parte de la sobreexplotación de los recursos pesqueros tiene su origen en la pesca ilegal, la cual, dijo, constituye un grave problema económico y ambiental.
En este sentido, consideró que México vive una triste realidad, no obstante que el país tiene condiciones privilegiadas en materia pesquera, con más de 11,000 kilómetros de litorales, produce únicamente la cuarta parte del volumen que Chile produce por kilómetro de playa, y la décima parte de Perú, con menos kilómetros de litoral.
Impactos de la pesca irregular e ilegal
Incremento en la tasa de mortalidad de las especies por el esfuerzo no contabilizado.
Impactos ecológicos a ecosistemas sensibles, cuando se trata de pesca en zonas restringidas, con artes de pesca prohibidas, captura de especies prohibidas o en etapas de vida vulnerables (juveniles, hembras grávidas).
Impactos a la calidad de la información disponible. Es sumamente difícil para las autoridades estimar el nivel óptimo de aprovechamiento cuando hay un número tan alto de capturas no contabilizadas.
Conflicto entre pescadores regulares e irregulares derivados principalmente de la pérdida de ingresos de los pescadores regulares por la reducción de sus capturas.
Erosión de la cultura de la legalidad. En las comunidades donde la actividad irregular sobrepasa a la regular, se genera con el tiempo la costumbre de evadir la ley y hacerlo se vuelve parte de la cultura.
Impacto sobre precios. La entrada de producto ilegal al mercado disminuye los precios del producto legal.
Fuente: Debate