En un nuevo estudio publicado en la revista, Science Advances revela la pesca ilegal desplegada por flotas oscuras (buques que no transmiten públicamente su ubicación o no aparecen en los sistemas públicos de vigilancia) que operan en las aguas entre las dos Coreas, Japón y Rusia, las cuales forman parte de las áreas marítimas más disputadas y menos vigiladas del mundo.
En el estudio Iluminando las flotas oscuras de pesca en Corea del Norte [Illuminating Dark Fishing Fleets in North Korea] se identificó que más de 900 buques chinos en 2017, y 700 en 2018, infringieron las sanciones de las Naciones Unidas al pescar en aguas norcoreanas. Los buques chinos probablemente pescaron casi tanto calamar volador japonés (Todarodes pacificus) como los de Japón y Corea del Sur combinados, más de 160.000 toneladas métricas equivalentes a más de $440 millones de dólares entre 2017 y 2018.
«La escala de la flota involucrada en esta pesca ilegal representa alrededor de un tercio del total de la flota pesquera de aguas distantes de China. Se trata del mayor caso conocido de pesca ilegal perpetrado por buques originarios de un país con operaciones en aguas de otro país”, afirmó Jaeyoon Park, científico de datos en Global Fishing Watch y coautor del estudio. “Sintetizando datos de múltiples sensores satelitales, hemos creado una imagen confiable y sin precedentes de la actividad pesquera en una región que es conocida por su falta de transparencia”.
Tras los ensayos con misiles balísticos por parte de Corea del Norte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó resoluciones en el 2017 para sancionar al país; algunas de estas resoluciones prohibían las operaciones pesqueras practicadas por embarcaciones extranjeras.
Los buques detectados provienen de China y se cree que pertenecen y son operados por intereses chinos. Sin embargo, debido a que frecuentemente no llevan la documentación adecuada, probablemente corresponden a buques que operan sin autorización oficial de China, sin matrícula, sin bandera y sin licencia.
El efecto devastador en los pescadores norcoreanos de pequeña escala
El estudio también reveló que alrededor de 3000 embarcaciones norcoreanos pescaron ilegalmente en aguas rusas en 2018.
“Es posible que la competencia de los buques pesqueros de arrastre industrial chinos esté desplazando a los pescadores norcoreanos, empujandolos a aguas colindantes rusas”, indicó Jungsam Lee, del Instituto Marítimo de Corea y coautor del estudio.“Las embarcaciones de madera más pequeñas de los norcoreanos no están equipadas de manera adecuada para este viaje de larga distancia».
Cientos de embarcaciones norcoreanas han sido arrastradas a la orilla en las costas japonesas y rusas en los últimos años. Estos incidentes frecuentemente implican inanición y muerte. Por esto, a muchas aldeas pesqueras de la costa oriental de Corea del Norte actualmente se les llama “aldeas de viudas”.
Katherine Seto, profesora adjunta de estudios medioambientales en la Universidad de California, Santa Cruz y coautora, mencionó: “las consecuencias de este esfuerzo para los pescadores norcoreanos de pequeña escala son profundas y representan un problema de derechos humanos preocupante y posiblemente cada vez mayor”.
Buques irregulares saquean calamares a medida que disminuye la captura
En el estudio se señala que los buques no identificados plantean un enorme desafío para la gestión de las poblaciones de calamares, con capturas declaradas que cayeron entre 80% y 82% en aguas surcoreanas y japonesas respectivamente desde 2003. Según su valor de producción, el calamar volador japonés es el principal producto alimentario marino de Corea del Sur, uno de los 5 principales mariscos consumidos en Japón y, hasta las últimas sanciones, era el tercer mayor producto de exportación de Corea del Norte.
El desacuerdo sobre los límites en las aguas entre las dos Coreas, Japón y Rusia ha impedido la gestión conjunta de la pesca y ha obstaculizado los esfuerzos nacionales debido a la falta de evaluaciones de recursos pesqueros apropiados.
Masanori Miyahara, presidente de la Agencia de Investigación y Educación de la Pesca de Japón, señaló: “la pesca ilegal en estas aguas es un problema muy serio en Japón, y la falta de datos compartidos y una gestión conjunta representan un gran desafío al considerar la importancia fundamental del calamar en la región. Debemos enfrentar este desafío usando la evidencia proporcionada por este estudio y por otros datos fidedignos aportados por la ciencia”.
Uso sin precedentes de tecnologías satelitales para detectar flotas oscuras
En este estudio se usaron cuatro tecnologías satelitales para arrojar luz sobre las flotas oscuras. Los sistemas de identificación automática (AIS, por sus siglas en inglés), que son sistemas para prevenir colisiones y transmiten constantemente la ubicación del buque en el mar, proporcionan información detallada del buque, pero solo una fracción de los buques los utilizan. En el estudio se agregaron imágenes de radar, capaces de identificar grandes buques de metal y atravesar nubes, imágenes nocturnas que detectan la presencia de buques que usan luces para atraer el recurso pesquero a la superficie o realizar operaciones de noche, e imágenes con alta resolución óptica que brindan la mejor “prueba” visual de la actividad y tipo de buque. Estas tecnologías nunca antes se han combinado para dar a conocer públicamente las actividades y capturas estimadas de flotas completas a esta escala.
David Kroodsma, Director de investigación de Global Fishing Watch y coautor, afirmó: “estos nuevos hallazgos son ahora posibles gracias a los avances en el aprendizaje automático y a la rápida y creciente cantidad de imágenes de alta resolución y alta frecuencia que no estaban disponibles hace un par de años. Hemos demostrado que podemos rastrear a los buques pesqueros industriales que no están transmitiendo sus ubicaciones.
Un nuevo análisis podría respaldar la cooperación entre las dos Coreas
Las cumbres intercoreanas de 2018 subrayaron la necesidad de consolidar la paz a través de la cooperación en las aguas, crear un área de gestión conjunta de pesca y compromisos para abordar la pesca ilegal. Para lograr estas loables ambiciones se necesitará información objetiva en la que puedan confiar todas las partes.
“Desde hace tiempo la pesca global ha estado dominada por una cultura de confidencialidad y ocultamiento innecesarios. Obtener una visión completa de la actividad pesquera es un paso importante hacia una gestión pesquera verdaderamente sostenible y de cooperación. El monitoreo satelital es parte clave de la solución. Este análisis representa el comienzo de una nueva era en la gestión del océano y la transparencia”, señaló Quentin Hanich, profesor adjunto en el Centro Nacional de Seguridad y Recursos Oceánicos de Australia, Universidad de Wollongong y coautor.
El mismo estudio fue un ejemplo de cooperación internacional, con científicos de Japón, Corea del Sur, Australia y Estados Unidos que colaboraron para dar a conocer la actividad pesquera en la región.
Fuente: Global Fishing Watch