Adepesca, la Asociación de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados de la Comunidad Autónoma de Madrid, ha analizado el impacto que ha tenido la COVID-19 en el sector detallista de la capital en su asamblea anual, que ha podido celebrar de manera presencial. Un impacto económico, pero también humano, ya que como recordó el presidente del gremio, Francisco Abad, la patronal ha sufrido la pérdida de tres asociados Miguel Álvarez Álvarez, Felipe Herrera Muñoz y Alfonso Vallinas, así como de socios ya jubilados. Al inicio del encuentro se mantuvo un minuto de silencio. Francisco Abad también aprovechó la ocasión para destacar “la impresionante labor del sector durante la pandemia” y mostró su “orgullo por la labor de los profesionales del sector y del equipo de la Asociación”. También hubo críticas, en forma de “decepción” después de que Mercamadrid no invitase al gremio a la visita de los Reyes.
En el encuentro también se abordó la situación sanitaria por la COVID-19, analizando entre otros problemas la falta de EPIS al inicio del estado de alarma o la evolución de la actividad “demostrando que son un sector esencial con una gran vocación de servicio”, indica Adepesca. Los pedidos a domicilio alcanzaron porcentajes del 80 % en los momentos más duros, lo que el sector ve como una demostración de “la flexibilidad del comercio tradicional para adaptarse a las necesidades de los ciudadanos, revelándose como un sector imprescindible”. De hecho ha sido el sector con mayores aumentos de porcentaje de cuota durante todas las semanas de la pandemia, alcanzando incrementos de hasta el 40% por encima siempre de la media de otros formatos comerciales, indica Adepesca.
También se explicó que las ventas van recuperando la normalidad, con muchos pedidos todavía por teléfono y whastapp pero más recogida en tienda y con la vuelta gradual del pago en metálico, tras haber alcanzado pagos por tarjeta, transferencia y Bizum de hasta el 90% de las ventas.
Durante estos meses Adepesca lanzó 55 comunicaciones, se atendieron una media de 100 llamadas diarias y se tramitaron 35 ERTES por fuerza mayor.
Fuente: Industrias Pesqueras