¿Cuenta Argentina con medios y recursos suficientes para vigilar una zona que tiene 5.000 kilómetros de extensión? La respuesta es, no. Aunque mal aplicados la situación resulta más crítica. El desplazamiento de buques y aviones a la zona marítima del paralelo 42 donde están concentrados la mayoría de los pesqueros extranjeros, lugar donde se mueve el cardumen del cefalópodo, ocurrió luego de masivas denuncias de capitanes de pesqueros nacionales. Advirtieron la violación del límite de la ZEE a través de las redes sociales y recién entonces reaccionó el músculo del Gobierno.
El subsecretario de Pesca y Acuicultura de la Nación, Carlos Liberman informó el 28 de abril pasado que “a los efectos de dar una respuesta oficial e inmediata a los acontecimientos denunciados, se dispuso la intervención y puesta en marcha del protocolo de acción preventiva con la Prefectura Naval Argentina y la Armada, para aportar todos los recursos del Estado en el esclarecimiento de esta situación y generar la información oficial necesaria para la aplicación de sanciones”
Antes, la Intercámaras de la Industria Pesquera, entidad que nuclea a todos los empresarios del sector pesquero reclamó por nota al presidente Alberto Fernández que “sin dilación se arbitren todos los mecanismos operativos para obtener un mayor y permanente control y patrullaje de los espacios marítimos nacionales, aplicando las sanciones más severas a cualquier buque infractor que sea detenido o aprendido en ellas”. Uno se pregunta ¿por qué no se prepara y despliega el esquema de vigilancia y control marítimo antes y durante la temporada de calamar? Las unidades de vigilancia y control deberían estar en el teatro del posible conflicto a priori de la llegada de las flotillas a la zona del Atlántico sur donde habitualmente migra el calamar illex. El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) con proyectos de investigación en prospección, evaluación y desarrollo de pesquerías determina cómo se comportará una determinada especie (su abundancia) y las zonas para la captura sustentable. Datos que se conocen antes de la apertura de la temporada de pesca, por caso la de calamar illex. Sería como saber por dónde va a circular el camión de caudales para poder establecer los vehículos de custodia. Una vez asaltado es tarde enviar los patrulleros.
Los pesqueros extranjeros en particular los de potencias con economías y gusto por las especies marinas operan con buques nodriza (buques frigoríficos llamados reefer) a los que trasbordan la carga en aguas internacionales y quedan listos para una nueva penetración a la ZEE. Esta maniobra se repite una y otra vez hasta completar las bodegas de los reefer que descargan en puertos de conveniencia, en algunos casos Montevideo, Uruguay. La organización y secuencia de pesca y trasbordo en alta mar al estilo de una operación logística militar fue registrada en la misión de control marítimo que efectuó el submarino ARA San Juan antes del naufragio.
Autor Edgardo Aguilera
Fuente Ámbito.com