Tener una Ley de Acuicultura Sostenible que regule la actividad marina y continental con procedimientos del siglo XXI, y no a través de una normativa heredada del siglo pasado y parcheada a través de Reales Decretos, permitiría avanzar en España hacia la dirección de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la FAO.
Y no solo eso, permitiría dar mayor seguridad alimentaria y a los emprendedores y empresarios mayor “seguridad jurídica” a las actividades vinculadas con la acuicultura. Esta Ley ayudaría a desarrollar la economía de las zonas rurales y a diversificar la actividad más allá del turismo estival. Hay que tener en cuenta que la acuicultura requiere de mano de obra durante todo el año, y no solo durante unos determinados meses.
Esta semana, el ministro de Agricultura, Luis Planas ha vuelto a mencionar la disposición que existe para sacar adelante la Ley de Acuicultura Sostenible. Lo ha hecho durante una comparecencia a petición propia en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que principalmente ha estado destinada a hablar de los problemas del campo español y las soluciones previstas desde el ministerio.
A pesar de que pueda parecer a priori este anuncio de la tramitación del proyecto de Ley de Acuicultura Sostenible una buena noticia, cabe señalar que no es la primera vez que se habla de ella en el Ministerio. Por eso será conviente ponerlo en cuarentena ya que la viabilidad de que salga adelante en estos tiempos que corren y con sus actuales socios de gobierno, pues, no parece muy alta, y menos en un momento de nuestra historia donde los políticos toman las decisiones en base a la tendencia demoscópica.
Todo esto al margen de que tampoco parece tarea fácil encajar bajo una misma norma la diversidad de la acuicultura marina con cultivos de moluscos y peces, cada uno con sus propias realidades; los segundos con instalaciones en mar abierto, sistemas en esteros e intensivos en tierra por otra parte; y la diferente realidad de la acuicultura continental.
No nos olvidemos, tampoco, que el borrador de la Ley lleva en un cajón desde 2016, año en el que ya se anunció que se había avanzado en su estructura general, objetivos y el ámbito que cubrirá. Y ahí quedó.
En la comparecencia del ministro Planas, de más de una hora y 20 minutos, ha hablado, sobre todo, de agricultura y de los problemas por los que atraviesa esta; y en menor medida, del sector pesquero en el que parece que todo se está haciendo bien. La única referencia a la acuiicultura del ministro, ya al final, ha sido para comentar que uno de los cuatro proyectos de Ley en materia pesquera que se quieren impulsar en esta legislatura es el de Acuicultura Sostenible. Los otros tres son el proyecto de Ley Pesca Sostenible e Investigación Pesquera; el proyecto de Ley de Digitalización, Ordenación y Comercialización del Sector Pesquero; y el proyecto de Ley de Modernización del Control de Inspección y del Régimen Sancionador de la Actividad Pesquera.
¿Cuándo se comenzará su tramitación parlamentaria? Como muy pronto, y en el caso que se produzca, como supongo que es el deseo de todos los que nos dedicamos de una manera u otra a la acuicultura, a principios del próximo año 2021.
Esperemos que Luis Planas no se esté sacando un conejo de la chistera para contentar a un sector con mucho potencial en España y al que se están destinando grandes recursos humanos en el ámbito científico tecnológico, y que, por fin, sea una Ley que comience su camino parlamentario hasta convertirse en realidad.
Fuente: Mis Peces