Hace 20 años que los investigadores vienen estudiando la importancia de las superficies mucosas de los peces como la piel, las branquias, el intestino y el órgano olfativo, por tratarse de la primera línea de defensa y la interfaz entre los ambientes internos y externos, y su función de barrera contra agentes patógenos externos.
Y aunque la principal función es la de defender a los peces de posibles patógenos, se sabe que cumple también con otras funciones fisiológicas como el balance osmótico de la piel y la recepción sensorial. En las branquias la mucosa sirve para la regulación osmótica, iónica y de ácido-base, además de servir para la excreción de compuestos nitrogenados; mientras que, en el intestino actúa en el catabolismo y la asimilación de nutrientes.
Mucho se ha avanzado desde que hace 20 años donde los primeros trabajos se enfocaban en explorar los aspectos inmunológicos de la mucosa. Hoy en día los enfoques son multidisciplinarios y están tan avanzados que han dado lugar a la celebración, el pasado mes de septiembre, del I Simposio Internacional de Salud de la Mucosa y Acuicultura (MHA2019), un encuentro organizado por el NOFIMA, el Instituto Noruego de Investigación en Alimentación, Pesca y Acuicultura, con el apoyo del Consejo de Investigación en Noruega.
El encuentro ha querido servir como plataforma para académicos, centros de investigación y la industria para abordar las direcciones de vanguardia y futuras para la investigación de la mucosa en acuicultura.
El Simposio, de tres días de duración, estuvo dividido en cuatro sesiones científicas para analizar la estructura y funciones, así como la salud de la mucosa en relación con la nutrición, el microbioma, y el entorno cambiante. En total participaron casi un centenar de expertos de 17 países del mundo, se presentaron 55 documentos, 40 de los cuales fueron presentaciones orales y 15 se presentaron como póster.
Peces y humanos compartimos muchas características de la microbiota del mucus
Entre las principales conclusiones, se destacó el papel clave de la investigación básica para mejorar el conocimiento sobre las características y las peculiaridades de la inmunidad de la salud de la mucosa en peces teleósteos, ya que queda “una gran cantidad de preguntas esperando respuesta”. En particular, destacaron los expertos, “tenemos una comprensión parcial de la organización del sistema linfoide de la mucosa en los peces, pero sigue habiendo un número significativo de preguntas sobre los mecanismos de inmunidad adaptativa de la mucosa. “Tener respuestas a preguntas fundamentales sobre cómo está organizada, funciona y se adapta la mucosa, podría facilitar estrategias para realizar profilaxis y terapias dirigidas”, añaden.
En segundo lugar, quisieron aclarar que las plataformas tecnológicas modernas no harán que las técnicas clásicas sean obsoletas, sino que facilitarán una investigación más profunda y multidisciplinaria de la mucosa. Ambas metodologías tienen ventajas y desventajas y se alienta a los investigadores a aplicar ambas para examinar las características y respuestas de la mucosa.
Tercero, los estudios de microbiota humana y de peces comparten mucho en común, particularmente en términos de desafíos sobre cómo extraer mejor la información de la secuencia de datos. Ambos modelos han demostrado que una microbiota mucosa sana y que funcione bien influye significativamente en el estado general de salud del huésped. El concepto de apuntar a la microbiota para terapias se está explorando actualmente en humanos. Aunque esto podría tener dificultades técnicas en los modelos de peces debido a la matriz del agua que plantea un posible factor de confusión, los sistemas gnotobióticos y la nanotecnología tienen el potencial de abordar los problemas.
Cuarto, la investigación de la salud de las mucosas ya no es un tema limitado dentro de los inmunólogos de peces. Aunque la mayoría de los estudios todavía se centran en el papel de las barreras mucosas en la defensa, los avances en los últimos años han identificado otros aspectos, específicamente sus características biofísicas. Además de los inmunólogos, ya hay ingenieros de acuicultura, nutricionistas, químicos e informáticos, entre muchos otros, que están a bordo para avanzar en este campo en la acuicultura.
Finalmente, en quinto y último lugar, los estudios presentados en MHA2019 han demostrado inequívocamente que las barreras mucosas son sensibles a los estímulos externos, incluidos factores estresantes, patógenos, condiciones de cría subóptimas y nuevos sistemas y regímenes de producción, por nombrar algunos. Esto ofrece posibilidades de explotar la sensibilidad de la mucosa para desarrollar un conjunto de herramientas que tengan como objetivo evaluar la salud de los peces y, con suerte, adaptarse en las granjas como un sistema de alerta temprana. Esto, a su vez, cambiará el paradigma de la gestión de la salud de los peces de reactivo a proactivo y, con suerte, predictivo.
El próximo año está previsto que el Simposio se celebre en España, aunque todavía no está decidido ni la fecha y el lugar.