Los productores portugueses de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) y ostra japonesa (Crassostrea gigas) están a la espera de que el Diario de la República publique una Portaría para estas dos especies que quedan nuevamente autorizadas pero sujetas a planes de control.
Este mes se produjo una rectificación por parte de la presidencia del Consejo de Ministros del Decreto-Lei que asegura la ejecución del Reglamento de la Unión Europea (UE) 1143/2014, estableciendo el régimen jurídico aplicable al control, la detención, la introducción en la naturaleza y al repoblamiento de especies exóticas de flora y fauna, y que fue publicado en el Diario de la República el 10 de julio de 2019.
Antes de esta rectificación, la situación de la acuicultura portuguesa pasaba por un verdadero riesgo de merma ya que ambas especies representan el 15 por ciento de la producción y 5 millones de euros en volumen de negocio, además de cientos de puestos de trabajo.
Desde la Asociación Portuguesa de Acuicultura (APA) defendieron siempre que el impacto negativo de la trucha arcoíris y la ostra japonesa es prácticamente nulo, apoyándose para ello con evidencias de “estudios y publicaciones realizados en Portugal”.
Esta normativa fijaba un período de dos años para que los productores se deshicieran de sus stocks.
PH: Bioinnova