El crecimiento de la demanda de pescados y mariscos en el mundo están propiciando una expansión de las tecnologías de producción hacia dos vías, mar adentro y tierra adentro. Cada una tiene como finalidad reducir problemas relacionados con la contaminación del medio por parte de la actividad acuícola, alejar los cultivos de las enfermedades y mayor rentabilidad empresarial.
Sin embargo, tomar la decisión acertada marcará el futuro de la producción acuícola, especialmente para especies piscícolas, y cada una de las nuevas tecnologías que se están desarrollando para llevar a cabo estos desafíos productivos hace a los empresarios asumir nuevos y diversos retos.
En el cultivo de salmón, por la cantidad de proyectos y hacia donde se dirige la inversión, todo apunta a que el crecimiento de la actividad vendrá tierra adentro, dada la mayor presión regulatoria sobre el cultivo en viveros flotantes, la cada vez mayor presencia de piojos y otros problemas por el espacio planteados en las granjas en el mar. Los más extremistas, incluso, están proponiendo que toda la producción de salmón en Noruega debería hacerse en sistemas bajo techo.
Sin embargo, grandes condicionantes tecnológicos y económicos limitan todavía la expansión de una industria basada en sistemas hiperintensivos de acuicultura altamente dependientes de la energía.
Aunque en la actualidad el alto precio que se paga por el salmón se está convirtiendo en una atractiva propuesta para los inversores, todavía existen muchas incertidumbres sobre el coste real del producto antes de salir al mercado. Estas incertidumbres, existen tanto en el plano tecnológico como biológico y, por tanto, afectan a la captación de inversores.
La única forma de poder deshacer estas incertidumbres pasa por obtener datos de instalaciones a gran escala, y de momento estas opciones son limitadas.
Para abordar la idoneidad de los sistemas en instalaciones en tierra, es interesante recordar que los investigadores Trond Bjørndal y Amalie Tusvik de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, publicaron en Aquaculture Economics & Management un análisis económico de la acuicultura basada en estos sistemas bajo el título “Economic analysis of land based farming of salmon”.
Como señalan en su artículo, al ser sistemas altamente intensivos en energía e inversión, para poder mejorar la rentabilidad de las instalaciones es lógico pensar que el éxito estará más garantizado si se encuentran próximos a los principales mercados de consumo y reducir de esta manera los costes de transporte.
En el estudio, los investigadores aportan información detallada sobre las necesidades de inversión en Sistemas de Recirculación en Acuicultura (RAS, por sus siglas en inglés) con capacidad para producir desde 1.200 TM a 6.000 TM de peso vivo en 5 fases, los costes de producción, así como riesgos tecnológicos y biológicos.
Fuente: Mis Peces