La Guardia Fronteriza rusa detuvo a 161 marineros norcoreanos, presuntamente pescadores furtivos, que iban a bordo de dos goletas y 11 lanchas a motor en aguas territoriales rusas del mar de Japón, después de que una de las embarcaciones norcoreanas atacase con disparos a una patrulla rusa. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) asegura que el incidente, que provocó la queja del Ministerio de Exteriores ruso ante Pyongyang, se produjo después de que las autoridades rusas apresaran a un primer barco por pescar ilegalmente, a lo que la segunda goleta respondió abriendo fuego.
Tres guardias fronterizos rusos sufrieron heridas en el ataque, según informó el FSB a la agencia Interfax, que comunicó que las embarcaciones apresadas estaban siendo escoltadas a Najodka, en el lejano Oriente ruso. Las autoridades rusas declararon primero que los arrestados eran 80, más tarde esa cifra se elevo a 161.
Las autoridades rusas explicaron a la agencia Tass que el suceso se produjo durante una de las operaciones de patrulla para proteger los recursos biológicos marinos y que el ataque fue directamente hacia el equipo de inspección del buque fronterizo. “Las actividades de los pescadores furtivos de Corea del Norte detectadas en el área del Banco Kita-Ymato [aguas territoriales rusas en el mar de Japón] se han visto paralizadas por las medidas emprendidas”, dijeron.
La Administración de Fronteras del FSB en el territorio de Primorski detiene regularmente a los buques que se dedican a la pesca furtiva en las aguas rusas del mar de Japón, sobre todo de cangrejo.
Las relaciones entre Rusia y Pyongyang son cordiales. Incidentes como este son infrecuentes. En julio, Moscú acusó a Corea del Norte de detener ilegalmente uno de sus buques pesqueros que se dedicaba a la pesca del cangrejo, con 17 tripulantes a bordo (15 rusos y dos surcoreanos). Pyongyang dijo que la tripulación había sido detenida por violar las reglas de entrada a Corea del Norte. El Ministerio de Exteriores de Rusia convocó a un representante diplomático de Corea del Norte en Moscú.
El problema de la pesca ilegal en aguas cercanas a las fronteras rusas persiste pese a las medidas emprendidas por las autoridades. En 2018, los guardacostas rusos revelaron más de 8.000 infracciones, 39 barcos rusos y extranjeros fueron apresados, así como 1.037 embarcaciones pequeñas, según datos oficiales recogidos por la agencia Ria Novosti. También aumentaron los casos en que la bandera bajo la que navegan es extranjera pero la mayoría de la tripulación es rusa.